Durante los últimos años, el yoga se ha convertido en una disciplina muy popular y con un alto grado de satisfacción entre quienes lo practican. Sus beneficios, tanto a corto como a largo plazo, son tan numerosos que la mayoría de personas que lo prueban decide continuar. Algunas personas creen que el yoga tiene una curva de aprendizaje complicada. Pero si estás dando tus primeros pasos en el yoga para principiantes, verás que muchas posturas son fáciles de realizar y te permitirán empezar a disfrutar de sus beneficios desde el primer día.
Por eso, si quieres empezar sin complicaciones, lo mejor es conocer algunas de las posturas básicas de yoga para principiantes. Estas posiciones no requieren experiencia previa ni gran flexibilidad, pero sí te ayudarán a mejorar la postura, ganar movilidad y sentirte más relajado desde el primer día. Te contamos todo de forma resumida a continuación:
Posturas de Yoga para principiantes:
Postura de la Montaña
A ojos de un principiante puede parecer que esta postura consiste simplemente en permanecer erguido de pie, pero supone una base fundamental sobre la que empezar a trabajar el resto de formas. Colócate erguido, con los pies separados al ancho de las caderas, hombros relajados y brazos a los lados. Imagina que un hilo invisible tira de tu cabeza hacia arriba. Entre sus principales beneficios están la mejora de la postura y fortalecimiento de las piernas.
Postura del Niño (Balsana)
Dentro del yoga para principiantes, la postura del niño es una de las más recomendadas porque combina sencillez y un gran poder relajante. Para realizarla, colócate de rodillas sobre la esterilla y lleva los glúteos hacia los talones. Inclina suavemente el tronco hacia adelante hasta apoyar la frente en el suelo. Los brazos pueden quedar extendidos hacia delante para un estiramiento más profundo, o pegados al cuerpo si prefieres una sensación de recogimiento. Gracias a su práctica sentirás un gran alivio en la espalda además de conseguir una gran calma mental.
Perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana)
Para la realización de esta postura para principiantes es necesario colocar las manos y los pies firmes en el suelo formando una “V” invertida con el cuerpo. Intenta estirar la espalda y mantener los talones cerca del suelo, aunque no lleguen al principio. Con este sencillo ejercicio puedes relajar tu espalda, glúteos, gemelos y mejorar la circulación.
Guerrero II (Virabhadrasana II)
Seguimos avanzando un poquito en cuanto a la dificultad y realizando todo de manera segura. La siguiente postura se consigue de la siguiente forma: Separa las piernas en una apertura amplia, gira un pie hacia un lado y flexiona la rodilla hasta que quede alineada con el tobillo. Los brazos se extienden en paralelo al suelo, uno hacia adelante y otro hacia atrás. Muy útil para fortalecer piernas y mejorar el equilibrio.
Gato-vaca (Marjaryasana – Bitilasana)
Cerramos nuestro repaso de yoga para principiantes con esta última postura. Colócate a cuatro apoyos sobre la esterilla. Al inhalar, arquea la espalda hacia abajo y eleva la cabeza (vaca). Al exhalar, redondea la espalda hacia arriba y lleva el mentón al pecho (gato). Este ejercicio viene genial para mejorar la movilidad y liberar tensión.
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