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Así te afecta el calor a la hora de entrenar

Entramos en el mes de julio y ya se ha vuelto habitual ver como las noticias nos avisan de olas de calor casi a diario. En gran parte de España las temperaturas pueden alcanzar casi los 40 grados, y esto tiene numerosas implicaciones tanto físicas como emocionales. Uno de los aspectos en donde más nos puede afectar este calor abrasador es a la hora de entrenar, especialmente si lo hacemos al aire libre. Pero ojo, aunque practiquemos deporte en instalaciones cerradas y climatizadas, también debemos de tomar ciertas precauciones previas.

Te explicamos cómo nos afecta el calor al entrenar, tanto al aire libre como bajo techo:

Entrenamientos al aire libre

Mayor riesgo de deshidratación
El cuerpo suda más para intentar enfriarse, y eso significa una pérdida rápida de líquidos y sales minerales. Sin una hidratación adecuada, puedes sufrir calambres, fatiga extrema o mareos.

Aumento del esfuerzo físico
Con temperaturas altas, el corazón trabaja más para mantener el cuerpo fresco. Te costará más realizar el mismo entrenamiento, y tus pulsaciones subirán más rápido, incluso con menor intensidad.

Mayor exposición a golpes de calor
Entrenar bajo el sol directo, sobre todo entre las 11:00 y las 19:00, aumenta significativamente el riesgo de un golpe de calor. El cuerpo puede perder su capacidad de regular la temperatura y llevarte a un colapso físico si no estás atento a las señales.

Tip de Fisioespacio: Si quieres te gusta hacer deporte al aire libre, intenta entrenar por la mañana antes de las 08:30 horas o después de las 20:30 de la tarde, usa ropa técnica ligera y de colores claros y mantente hidratado en todo momento.

Entrenamientos en espacios cerrados

El cuerpo ya viene expuesto al calor del día
Aunque entrenes en un gimnasio climatizado, tu cuerpo ha estado expuesto al sol y al calor durante horas. Llegas más deshidratado, más fatigado y con una temperatura corporal más alta de lo habitual. Por eso, la hidratación sigue siendo clave, incluso si el ambiente es fresco.

La sensación térmica puede engañarte
En espacios cerrados, puedes sentirte cómodo al empezar, pero el sudor y la falta de ventilación pueden elevar tu temperatura corporal rápidamente. Entrena con ropa transpirable, haz pausas si lo necesitas y escucha a tu cuerpo.

Tip de Fisioespacio: No esperes a tener sed: Bebe agua durante todo el día -en verano puedes pasar de los 2 litros perfectamente- y antes de realizar tu entrenamiento, deja que tu cuerpo se aclimate a la nueva temperatura durante unos minutos antes de empezar.

Recuerda que tomar el sol es beneficioso para nuestro cuerpo, pero siempre con responsabilidad.

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